Las las especies de aves se distribuyen en la pradera
según la altura de los pastos o la presencia o no de árboles. Se distinguen
tres tipos de praderas: de pastos cortos, de pastizales altos y la pradera
arbolada.
En
la pradera de pastos cortos, la más característica de Uruguay, sobresalen las
especies residentes como el ñandú (Rhea americana), la perdiz común (Nothura
maculosa), el tero común (Vanellus chilensis), la lechucita común (Speotyto
cunicularia), el chingolo ceja amarilla (Ammodramus humeralis) y las cachirlas
(género Anthus). También se encuentran especies migratorias que llegan en
primavera como el ñacundá (Podager nacunda) y el playerito canela (Tryngites
subruficollis), entre otros.
La pradera de pastos cortos, cercana a zonas inundables de ríos, arroyos o lagunas, recibe con frecuencia la visita de los chorlos migratorios que llegan desde el Ártico en primavera y se van al finalizar el verano
Por ejemplo, toda la pradera cercana a la Laguna de Castillos en Rocha es un área importante para la presencia del playerito canela, especie cercana a la amenaza que llega a Uruguay en primavera y se va al finalizar el verano. Otra especie que a veces se avista junto al playerito canela es el chorlo dorado (Pluvialis dominica); viene del hemisferio norte y también se lo ve en la costa o bordes de lagunas y bañados. Ninguna de las dos especies nidifica en el país, lo hacen a su regreso en el hemisferio norte.
Los pastizales altos, parte también de la pradera natural, prosperan en general donde no pasta el ganado, en los “corredores” entre áreas forestadas o no cultivadas, cercanas a cañadas, en lugares húmedos o muy bajos. En esas zonas se encuentran especies vegetales que pueden sobrepasar la altura de una persona. Pasturas del género Paspalum y otras especies muy difíciles de diferenciar unos de los otros, en el campo se ven simplemente como pastos altos. Son importantes para la supervivencia de varias especies que se alimentan de semillas y viven en ese ambiente. En ese hábitat se alimentan y reproducen especies propias de pastizal como los passeriformes del género Sporophila (de sporo, semilla; de filia, amistad). Ellos dependen, casi exclusivamente, de las semillas de los pastos mencionados para alimentarse. Tienen un pico muy pequeño y fuerte, adaptado a esa forma de conseguir alimento. Son pájaros migratorios de la familia Emberizidae, llegan desde el norte en primavera (aún no han sido muy estudiadas sus migraciones), generalmente a partir de octubre, y permanecen en Uruguay hasta el mes de marzo; de tamaño pequeño, miden entre 9 y 11 cm, dependiendo de la especie. Típicos son el gargantillo (S. caerulescens), el capuchino boina gris (S. cinnamomea), el capuchino garganta café (S. ruficolllis) y el volatinero (Volatinia jacarina), algo más escasos son el capuchino canela (S. hypoxantha), el capuchino castaño (S. hypocrhoma) y el capuchino boina negra (S. bouvreuil) sólo presente en los pastizales del norte del país.
autor: www.lamochila.com.uy
La pradera de pastos cortos, cercana a zonas inundables de ríos, arroyos o lagunas, recibe con frecuencia la visita de los chorlos migratorios que llegan desde el Ártico en primavera y se van al finalizar el verano
Por ejemplo, toda la pradera cercana a la Laguna de Castillos en Rocha es un área importante para la presencia del playerito canela, especie cercana a la amenaza que llega a Uruguay en primavera y se va al finalizar el verano. Otra especie que a veces se avista junto al playerito canela es el chorlo dorado (Pluvialis dominica); viene del hemisferio norte y también se lo ve en la costa o bordes de lagunas y bañados. Ninguna de las dos especies nidifica en el país, lo hacen a su regreso en el hemisferio norte.
Los pastizales altos, parte también de la pradera natural, prosperan en general donde no pasta el ganado, en los “corredores” entre áreas forestadas o no cultivadas, cercanas a cañadas, en lugares húmedos o muy bajos. En esas zonas se encuentran especies vegetales que pueden sobrepasar la altura de una persona. Pasturas del género Paspalum y otras especies muy difíciles de diferenciar unos de los otros, en el campo se ven simplemente como pastos altos. Son importantes para la supervivencia de varias especies que se alimentan de semillas y viven en ese ambiente. En ese hábitat se alimentan y reproducen especies propias de pastizal como los passeriformes del género Sporophila (de sporo, semilla; de filia, amistad). Ellos dependen, casi exclusivamente, de las semillas de los pastos mencionados para alimentarse. Tienen un pico muy pequeño y fuerte, adaptado a esa forma de conseguir alimento. Son pájaros migratorios de la familia Emberizidae, llegan desde el norte en primavera (aún no han sido muy estudiadas sus migraciones), generalmente a partir de octubre, y permanecen en Uruguay hasta el mes de marzo; de tamaño pequeño, miden entre 9 y 11 cm, dependiendo de la especie. Típicos son el gargantillo (S. caerulescens), el capuchino boina gris (S. cinnamomea), el capuchino garganta café (S. ruficolllis) y el volatinero (Volatinia jacarina), algo más escasos son el capuchino canela (S. hypoxantha), el capuchino castaño (S. hypocrhoma) y el capuchino boina negra (S. bouvreuil) sólo presente en los pastizales del norte del país.
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